Diseño de vástago:
Los clavos para tejados tienen un vástago relativamente fino y liso, lo que ayuda a minimizar el daño al material del tejado.
El vástago puede ser anular o liso, según la aplicación.
Diseño de cabeza:
Los clavos para tejados suelen tener una cabeza grande, plana o ligeramente cóncava que ayuda a evitar que el clavo atraviese el material del tejado.
La cabeza suele estar hecha de acero galvanizado u otros materiales resistentes a la corrosión.
Longitud:
Los clavos para techos vienen en varias longitudes, generalmente de 1 pulgada a 1,5 pulgadas, para adaptarse a diferentes espesores de material para techos y profundidades de cubierta/revestimiento del techo.
Materiales:
Los materiales comunes para clavos para techos incluyen acero galvanizado, acero inoxidable y aluminio.
La elección del material depende de la aplicación específica del tejado y del nivel deseado de resistencia a la corrosión.
Solicitud:
Los clavos para techos se utilizan para asegurar tejas de asfalto, techos en rollo y otros tipos de materiales para techos a la plataforma o al revestimiento del techo.
Los clavos generalmente se clavan en un patrón y espaciado específicos para proporcionar una fijación segura y resistente a la intemperie.
Ventajas:
Diseñado para minimizar el daño a los materiales del techo durante la instalación.
Los materiales resistentes a la corrosión ayudan a evitar que las cabezas de los clavos se deterioren
Proporcionar una fijación fuerte y segura a la plataforma del techo o al revestimiento.
Características especiales:
Algunos clavos para techos cuentan con características adicionales, como arandelas de goma o tapas de plástico, para crear un mejor sellado y evitar la entrada de agua.